La leña es uno de los distintos combustibles que podemos utilizar para encender el fuego del asado, y es uno de los más elegidos junto con el carbón. No es más que madera que vamos a usar tanto para encender como alimentar el fuego. Por lo tanto, la elección del tipo de leña o madera es muy importante, porque de ella dependerá la generación de calor y el ahumado de la carne.
Recomendaciones sobre la leña al hacer asado
Lo primero que hay que tener en cuenta es que el fuego con leña tiene que encenderse sin usar ningún combustible o pastilla que no sea madera o papel, ya que emanan vapores que podrían alterar el sabor del asado. Si la leña utilizada huele a bosque o pasto, es mejor descartarla porque podría contaminar al comida. Por último, no debe ser madera muy aceitosa.
La leña no solo define el éxito del asado, sino también que la comida sea sana o tóxica. Si la leña fuese muy blanda o aromática, el humo que genere una vez que se la encienda, le impregnará su aroma a la carne. Y, al ser blanda, su aporte calórico será muy bajo y corto, por lo que se necesitará mucha más leña para mantener el calor uniforme. Si elegimos bien la leña, la duración de la combustión será larga, producirá más calorías y la madera durará un tiempo más prolongado sin tener que reponerla.
Lo ideal es que, sea la que sea, tiene que tratarse de una madera dura y pesada, sin mucho aroma para no alterar el sabor de la carne. La leña también debe estar seca y sin humedad. Y se va a requerir paciencia, porque una buena leña tarda aproximadamente hora y media en estar lista para que se pueda preparar el asado.
¿Leña o carbón?
Segundo, ¿por qué utilizaríamos leña y no carbón? Para muchos, el humo de la leña brinda un sabor especial. Pero también, la cocción con leña es más lenta y permite que la carne se desgrase mejor. La explicación de esto se debe a que el carbón tiene un poder calorífico de entre 29 mil y 35 mil kilojoules por kg, mientras que la madera tiene entre 12 mil a 21 mil kilokoules; esto significa que el carbón produce más calor y el tiempo de cocción sea menor, mientras que con la leña es a la inversa.
Ahora sí, la mejor leña para preparar asado es…
La mejor leña para preparar el asado que recomendamos es el espinillo. Se trata de un árbol serrano común de las Sierras de Córdoba. Cuenta con una madera de color claro y una corteza dura surcada de color castaño oscuro. Es una leña más bien liviana que permite una cocción lenta con mucho humo, pero un humo que le da un sabor ahumado muy especial a la comida. Para hacer un asado, se necesitan en promedio 10 kg de espinillo por cada kilo de carne.
Otros 5 tipos de leñas para asado
De todos modos, recomendaremos otros tipos de leñas que pueden utilizarse y también son buenos:
- Quebracho blanco: Tiene una corteza gruesa y unas ramas con alto poder calorífico, lo que las hace buenas para el asado. Se recomienda más el blanco que el colorado, ya que este último tarda más tiempo en convertirse en brasas, aunque suele ser más fácil de conseguir.
- Algarrobo: Esta leña es muy usada en Mendoza. Una de sus principales virtudes es que es fácil de prender y es fácil de conseguir. Pero, también, es lo suficientemente dura como para hacer brasas duraderas y tiene una buena radiación de calor.
- Roble: Esta madera es bastante económica, y también es dura y da un buen sabor a las carnes. Es ideal para prepararlas a combustión lenta.
- Olivo: Es la madera de las plantas de aceitunas. Es dura, resistente, y eficaz para usar en cocciones a fuego lento. Además, aromatiza agradablemente las comidas.
- Naranjo: Es una de las más usadas para preparar recetas de paellas. Como sus ramas son finas, permiten controlar mejor el nivel del fuego, aunque también implica que se deberá recurrir a gran cantidad de ramas para alimentarlo.
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muy buena informacion
Muchas gracias Andrea! Me alegra que te haya sido útil. Saludos.